La salsa verde es pilar fundamental en la cocina mexicana, tiene un sabor caracteristico, un sabor fresco, picante y ligeramente acido. Su elaboracion es a base de tomates verdes (tambien conocidos como tomatillos), chiles verdes, cebolla, ajo y cilantro. Se licuan hasta obtener una consistencia suave o en algunos casos se dejan trozos para una textura unica, dependiendo la receta.
La salsa puede ser cocida aunque nosotros recomendamos mantenerla cruda para un sabor fresco e inigualable.
Esta salsa se usa de muchas maneras en la gastronomía mexicana: como acompañamiento de tacos, quesadillas, y enchiladas; como base para guisos y carnes; o simplemente como un dip para chips de tortilla. Su sabor vibrante y versatilidad la han hecho popular no solo en México, sino en muchas partes del mundo.
Ingredientes:
- 500 gramos de tomatillos (también conocidos como tomates verdes)
- 1-2 chiles jalapeños o serranos (ajusta la cantidad según el nivel de picante que prefieras)
- 1/2 cebolla blanca grande
- 2 dientes de ajo
- Un puñado de cilantro fresco
- 1/2 taza de agua (puedes ajustar la cantidad para obtener la consistencia deseada)
- Sal al gusto
- El jugo de 1 limon (opcional, para agregar un toque ácido)
Instrucciones:
- Preparar los tomatillos: Quita la cáscara de los tomatillos y lávalos bien. Puedes cocerlos en agua hirviendo durante unos 5 minutos hasta que cambien de color y se suavicen, o asarlos en un comal o sartén a fuego medio-alto hasta que la piel se tueste y negree en algunos puntos, lo que le dará un sabor ahumado a la salsa.
- Asar los chiles y vegetales: Asa los chiles, la cebolla y los dientes de ajo en el mismo comal o sartén, volteándolos ocasionalmente hasta que estén bien tostados. Esto no solo suaviza sus sabores, sino que también añade complejidad a la salsa.
- Licuar: Coloca los tomatillos, los chiles, la cebolla, el ajo y el cilantro en una licuadora o procesador de alimentos. Añade medio vaso de agua para facilitar el proceso y licúa hasta obtener una mezcla homogénea. Si la salsa está demasiado espesa, puedes agregar un poco más de agua hasta alcanzar la consistencia deseada.
- Sazonar: Vierte la salsa en un tazón y sazona con sal al gusto. Si lo deseas, añade el jugo de limon para un toque ácido.
- Enfriar: Aunque puedes servir la salsa inmediatamente, dejarla reposar en el refrigerador durante al menos una hora permite que los sabores se mezclen y se intensifiquen.
¡Y ya está! Sirve tu salsa verde con tu asado y disfruta de este delicioso acompañamiento. Puedes ajustar los ingredientes según tus gustos personales, añadiendo más chiles para hacerla más picante, o más cilantro si prefieres un sabor más fresco.